sábado, 10 de noviembre de 2012

CARPETAS DE HISTORIA (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación UNLP)




Acciones de Documento
ISBN de la Colección: 978-950-34-0658-8
Les damos la bienvenida a las Carpetas Docentes de Historia. Desde las cátedras de Historia Social Contemporánea e Historia General VI consideramos conveniente encarar la elaboración de materiales destinados a los docentes del nivel medio, para contribuir a la compleja tarea de la enseñanza de la historia de nuestro tiempo. En este sentido, las Carpetas, escritas y dirigidas por María Dolores Béjar, se proponen reforzar los lazos entre docencia e investigación Esta iniciativa se apoya en los balances efectuados con los alumnos de la carrera de Historia y en los intercambios de ideas que hemos concretado, en diferentes oportunidades, con los docentes de los colegios de la Universidad de La Plata.
Pero además tenemos la ilusión de que estos textos puedan ser consultados por todos aquellos interesados en la reflexión sobre el pasado más reciente, que nos condiciona y enmarca las formas de pensar, sentir y actuar en este presente.
Organizamos el análisis del siglo XX en cinco grandes períodos, cada uno de los cuales equivale a una carpeta dividida en temas: 
4- La crisis del capitalismo y el derrumbe del bloque soviético (1973/1979-1989)
5- Entre lo que se derrumba y lo que emerge (1989/1991)


 Organización de los materiales
Cada tema incluye diferentes tipos de textos.
Un texto principal en el que se plantean los principales interrogantes y se brinda la información básica sobre el proceso histórico seleccionado. A lo largo de la lectura se encuentran direcciones de internet con materiales quecomplementan la información o que permiten acceder a obras originales y documentos.
Las notas nota son textos breves que aclaran y amplían los contenidos que componen el texto principal. Parte de las notas incluyen mapas que acompañan la lectura del texto principal. Se puede acceder a los mapas en forma independiente a través de la ventana correspondiente: “mapas”. Están organizados y relacionados con la carpeta y el tema sobre el que ofrecen información.
Las fuentes fuenteson materiales dejados como huellas por los seres humanos que nos han precedido, que nos permiten avanzar en la comprensión de sus vidas y que requieren ser trabajadas en el ámbito escolar teniendo en cuenta cómo las abordan y las analizan los historiadores. Las fuentes escritas seleccionadas pueden consultarse a medida que se va leyendo el texto, pero también es posible acceder a ellas a  través de la ventana “fuentes”. En este sitio están recopiladas todas las fuentes, con la indicación de la carpeta y el tema con los que se relacionan.
Al final de cada tema se incluye una bibliografía recomendada.


En cada tema se abre también una ventana hacia diferentes dimensiones del mundo cultural: el cine, la literaturay el arte. Estas intervenciones no pretenden ser exhaustivas: el objetivo es que la película, o bien la obra literaria o el cuadro analizados operen como disparadores para revisar el pasado, teniendo cuenta su carácter multifacético.
En el apartado Sitios se irán registrando sitios web vinculados a la historia y las ciencias sociales. En la primera etapa nos centraremos en presentar archivos y publicaciones periódicas básicamente dedicados a la difusión de materiales y trabajos sobre el período histórico recortado en estas Carpetas. En un segundo momento nos proponemos incluir sitios web que compartan recursos y experiencias sobre la enseñanza de la historia contemporánea.
La sección Producciones especiales incluirá trabajos sobre temas históricos del período contemporáneo destinados a ofrecer análisis con mayor grado de profundidad y complejidad que los relatos históricos quecomponen el cuerpo central de esta publicación. También contendrá textos complementarios en torno a distintas dimensiones del mundo contemporáneo,  por ejemplo los deportes, las comidas, el delito.
En la ventana Novedades encontrarán información sobre los diferentes materiales que periódicamente serán colgados.
Nos interesa que envíen sus opiniones y sugerencias sobre el sitio a la sección Comentarios, para iniciar un diálogo que posibilite el enriquecimiento de este proyecto.


Criterios de selección y tratamientos de los contenidos
Reconocemos una estrecha conexión entre la reelaboración y apropiación del pasado y la intervención de la escuela en la socialización de las jóvenes generaciones. Este nexo es especialmente fuerte cuando se interroga el pasado reciente, una tarea que carga de tensiones la labor del docente.
Las conclusiones de la investigación académica tienen inevitablemente repercusiones sobre la batalla de ideas en el terreno político e ideológico, al mismo tiempo que estas inciden sobre la labor de los historiadores y de los profesores. Estos materiales proponen a los docentes que, en la reelaboración de los conocimientos producidos por la investigación histórica, tengan en cuenta los criterios que enunciamos a continuación.
En primer lugar la necesidad de prestar atención a diferentes dimensiones de la sociedad (económica, política, cultural…) y de avanzar hacia explicaciones que las articulen en forma coherente y consistente. Esto sin perder de vista que la especificidad de cada proceso histórico impide suponer la existencia de conexiones previamente determinadas.
Veamos un ejemplo: la explicación del fin de los años dorados ¿remite a los límites de un modo de organizar la producción industrial (el fordismo) para sostener tasas de ganancia atractivas? O bien, fueron decisivos los cambios sociales y culturales a lo largo de los años dorados que favorecieron el quiebre de los pactos corporativos. ¿Es factible proponer una explicación sin tener en cuenta el papel del Estado de bienestar, ya sea a través de las posibilidades que brindó como de las promesas que no cumplió?
En segundo lugar, la cuestión de la identificación y caracterización de los actores. Este criterio incluye dos interrogantes básicos. Por una parte, a quiénes reconocer como sujetos claves del proceso histórico; por otra, el peso asignado a sus decisiones y acciones, las conexiones entre lo que hacen, lo que buscan y el contexto en el que actúan.
Otro ejemplo. La historiografía marxista ortodoxa, a partir de la primacía asignada a la esfera socioeconómica, analizó y caracterizó al nazismo sobre la base de su condición de régimen destinado a defender los intereses de los capitalistas frente a la irrupción de las demandas de la clase obrera movilizada. Por el contrario, los historiadores liberales alemanes, en los años cincuenta y sesenta, basaron sus explicaciones en la asignación de un papel protagónico a las decisiones de Hitler enmarcadas en una ideología racista, expansionista e irracional.
En el primer caso, la lucha de clases como motor básico del cambio social y, al mismo tiempo, las relaciones sociales de producción como instancia decisiva para la constitución de las clases a las que se confiere el papel de sujetos claves para dar cuenta del curso histórico. En el segundo, la fuerte autonomía de un actor individual que logra imponer sus obsesiones ideológicas a una sociedad compleja y desarrollada para, una vez consolidado en el poder, imponer la primacía de la nación alemana, al margen de la tragedia humana que desencadene esa empresa.
En tercer lugar, la cuestión de la temporalidad de los procesos a través de las relaciones entre cambios y continuidades y del peso de unos y otros a los fines de distinguir las profundas transformaciones de carácter estructural y los cambios coyunturales. Cabe señalar que el pasaje de un tiempo a otro se basa en la identificación de una serie de cambios significativos en diferentes dimensiones de la sociedad. Pero al mismo tiempo reconocemos en esta y en otras posibles periodizaciones un cierto grado de ambigüedad y de tensiones. Esto se debe a que los hitos registrados como expresión de un cambio significativo privilegian una determinada dimensión social, aunque den pie para abordar otros niveles de la sociedad.
A modo de ejemplo, la elección del inicio de la década de los setenta como bisagra entre los años dorados y los años de crisis recorta la marcha de la economía para distinguir una etapa de otra, pero remite también a los cambios socioculturales que salen a la luz en la oleada de protestas del 68. O sea, para dar cuenta de lacomplejidad del pasaje de un tiempo histórico a otro, la fecha 1973, en su condición de punta de iceberg de la crisis económica capitalista, se presenta articulada con 1968, el año de las grandes movilizaciones sociales y políticas. Además, 1973 se asocia con 1979, fecha registrada en su doble condición de bisagra que da paso tanto a la Segunda Guerra Fría (exacerbación de la carrera armamentista en Estados Unidos y la Unión Soviética) como a la desestabilización del Tercer Mundo, especialmente al cambio de panorama en el área musulmana (revolución en Irán, guerra en Afganistán, paz de Camp David entre Egipto e Israel). Las transformaciones de estos años en el escenario musulmán se enlazan con la configuración del escenario internacional posterior al fin de la Guerra Fría y, especialmente, con su dinámica a partir del 11 de setiembre de 2001.
A través de esta sucinta ejemplificación hemos querido mostrar cómo el viejo problema historiográfico del entrelazamiento de cambios y continuidades requiere un tratamiento que deje espacio a momentos de transición entre un período y otro y. también, al reconocimiento de diferentes ritmos según la esfera social que se analice.
Estos tres criterios operan como guías para la formulación de los interrogantes que confieren sentido a la construcción del relato histórico. Desde esta perspectiva, estos textos proponen al docente el análisis de la historia contemporánea, tanto para avanzar en la explicación del pasado como para apoyar la comprensión de los principios básicos que orientan y organizan la lectura de los procesos sociales.

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